Cenicienta estaba harta de hacer lo mismo noche tras noche.Aquella noche,Cenicienta no tenía cuerpo para bailes,ni ganas de perder zapatos,ni carrozas de calabaza, ni príncipes azules.No quería sacar la sonrisa de todos los días.Para Cenicienta,aquel día no había salido el sol,tenía resaca,flojera de piernas, el recuerdo de el revolcón con el hermano del príncipe y un dolor que no le apetecía ocultar.Pensó que era ella contra el mundo,contra las lágrimas.Estaba cansada de su vida de cuento,de que alguien hubiera decidió su destino sin consultar con ella.Decidió tirarse en la cama y dejarse llevar,sin vestidos largos ni maquillajes,ese día quería sentirse a si misma y esfumarse,sin más.Huir de todo aquello que nunca había querido,y de paso,se pondría un zapato cómodo,de esos que nunca pierdes bajando los escalones de un palacio.
